¿Cómo lo hacemos?

Así comienza el proceso de transformación del algodón en hilo, con la apertura y limpieza, el estiraje y la hilatura, de donde salen los carros de hilo que se utilizarán más adelante en la confección.

En Telares de Palo Grande utilizamos algodón tipo Orinoco (fibra media-larga recogida a mano) y algodón estadounidense, que convertimos en hilo para confeccionar las mejores toallas, teñidas en los colores orgánicos más atractivos y duraderos.

Nuestros equipos incluyen máquinas de hilado open end Schlafhorst, telares de toallas Sulzer, teñidoras Thies y máquinas de costura automatizada Texpa.

Como punto de partida para la transformación del algodón en productos de excelente calidad, recibimos las pacas de materia prima y las almacenamos en las mejores condiciones, para su posterior apertura y limpieza.

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El Departamento de Hilandería se encarga entonces de los procesos que conllevan a la confección de la mejor toalla del país. Luego de recibir las pacas, damos inicio al proceso de Estiraje, a través del cual se “paralelizan” o reorganizan las fibras del algodón. Es así como realmente comienza el proceso de transformación del algodón en hilo, con la apertura y limpieza, el estiraje y la hilatura, de donde salen los carros de hilo que se utilizarán más adelante en la confección.

Pero, antes de comenzar a tejer la toalla, el hilo necesita cierta preparación, y es aquí donde entra en acción nuestro Departamento de Preparación. Entre los procesos más importantes que lleva a cabo este departamento se encuentra el urdido, que consiste en crear la urdimbre de la toalla; y el engomado, que implica recubrir el hilo con una capa almidonada para darle más fortaleza.

Estos grandes rollos de hilo en carretes inmensos, conforman el alma de la fábrica, y es lo que hace el “corazón” de la toalla.

Esta es una de las máquinas que prepara el hilo, que llamamos máquinas retorcedoras o enconadoras. Se trata de un paso previo para hacer un tipo de hilo que lleva la toalla y al final va a la urdidora.

Continuando con la producción, entramos al área de Tejeduría, donde se comienza efectivamente a tejer la tela. Aquí se entrecruzan los hilos de urdimbre, que vienen en sentido longitudinal, con los hilos de trama que se les cruzan transversalmente. La unión de ambos hilos es lo que hace el tejido.

Este telar, denominado Jacquard, tiene la particularidad de que cada hilo es trabajado de manera independiente. Unos de ellos son de nylon y soportan cada hilo de algodón que entra a la máquina. El telar trabaja como si se estuviera manejando una marioneta: al ser independiente cada hilo, se pueden hacer relieves sobre la toalla (logotipos, etc.). Usualmente se usa para diseños en alfombra o logos de instituciones y hotelería, entre otros.

Así queda finalmente el rollo de toalla cruda tejida. Se le llama “crudo” por su color, que es el mismo del algodón sin teñir.

Más adelante entramos en el Departamento de Tintorería, donde se tiñen las toallas con nuestros exclusivos colores orgánicos, los más atractivos y duraderos.

En Tintorería se encuentran las máquinas de teñido que reciben las toallas crudas y, en un ciclo de teñido, la tela se impregna del color seleccionado. Desde la parte superior de la máquina se inyecta colorante a presión. La tela, al pasar por allí, se impregna de ese colorante y el exceso cae en el fondo de la máquina donde la tela vuelve a bajar y se impregna nuevamente. Este “tren” de la toalla se tiñe, pero continúa siendo una sola pieza.

Es en el Departamento de Confección donde finalmente se corta y se le da la forma a la toalla, colocándole además las etiquetas. Este trabajo se realiza tanto de forma manual como automáticamente, gracias a una máquina automática que corta, hace el dobladillo, confecciona y etiqueta.

Aquí la toalla queda lista para embalar.

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